Pequeño edificio entre medianeras con fachada a dos calles opuestas situadas a distinta cota. La fachada principal está al norte, frente a la iglesia de la localidad. Se intenta resolver el modesto programa con uno medios sencillos y adaptados a la situación, de manera que se pueda reconocer el carácter público del edificio pero integrado en el ámbito rural en el que se localiza. La presencia de la iglesia, construida con ladrillo cara vista, es fundamental por ser el edificio mayor y más representativo del pueblo. Unos muros exteriores de ladrillo con similitud a las tapias y dos patios, ambos elementos muy habituales en el mundo rural, cierran el edificio en sus dos fachadas y organizan el edificio en crujías paralelas. La fachada principal, que trata de establecer un diálogo con la iglesia, se resuelve con ladrillo cara vista. Para la fachada trasera se opta por recubrir el ladrillo con pintura al silicato con la intención de integrar el edificio con las construcciones del entorno. En el interior, la sala de espera queda al norte con acceso a través del patio delantero que permite iluminar este espacio a la vez que preserva la intimidad de los pacientes. La crujía intermedia alberga las zonas de servicio e instalaciones. Las dos consultas se ubican al fondo, hacia la calle trasera al sur. Estas dos salas se iluminan mediante un segundo patio que permite salvar el desnivel entre las dos calles y aportar soleamiento y un ámbito de tranquilidad.