Programa mínimo, de 40 m² construídos. Se trata de un edificio con diversos usos posibles: desde despacho del párroco, aula de catequesis e incluso lugar donde celebrar la misa. La superficie del solar es de 8 m de largo y 5 de ancho. Sólo existe una fachada a la calle de 5 m, y el resto son medianeras. El presupuesto es el mínimo posible. Su ubicación en el casco urbano del pueblo no tiene nada destacable. Se plantea un pequeño espacio interior concebido de la manera más unitaria posible y cuyo exterior trata de no desentonar con el entorno tradicional del lugar donde se ubica. Un lucernario en la cubierta se encarga de difundir la luz de manera uniforme y crear un único espacio común. En la parte delantera están el aseo y la entrada. Se coloca una pequeña jardinera donde crecerá una parra y servirá de banco corrido donde esperar al sol a los parroquianos. Se construyen muros de carga de termoarcilla aislados y trasdosados por el interior, pensando en el uso esporádico del edificio. Por el exterior enfoscado pintado de blanco. Las carpinterías exteriores e interiores son de madera pintada. La cubierta es de teja cerámica curva ventilada.