Se realiza una reforma interior en una planta de un edificio del centro de Valladolid. La intervención se centra en la recuperación de todos los elementos que despiertan cierto interés y en liberar el espacio de toda la tabiquería innecesaria, dejando únicamente un pequeño elemento central contenedor del aseo, archivo y un pequeño oficio. No importa si se dejan zonas sin acabar, o si las instalaciones se muestran por completo. No hay tapajuntas ni remates. La amplitud del espacio y la luz natural se convierten en protagonistas restando peso a otros aspectos de un orden menor.