La presente propuesta opta, como idea fundamental, por incorporar los espacios urbanos de la plaza de la Iglesia y el parque Municipal en un espacio continuo unificador. Se realiza una limpieza de los elementos disonantes como el tráfico o la variedad de mobiliario urbano. El vacío generado se ve ocupado por un pavimento continuo común para el tráfico restringido a residentes y para los peatones y se extiende como un manto que conecta los distintos espacios de centralidad urbana. Se incorporan elementos vegetales que sobrepasan los límites del parque y se extienden, acompañando al paseante, hasta la plaza de la iglesia. Apenas existe diferenciación entre la zona de circulación de vehículos y el resto, porque es el peatón el que ahora domina este espacio transformado en bulevar.