El solar se encuentra en un polígono industrial de nueva creación en la ciudad de Toledo. La normativa urbanística contempla la construcción de naves entre medianeras con fachada a dos calles. El entorno se configura con construcciones donde la imagen exterior no tiene consideración alguna. Las naves del entorno son meros contenedores donde desarrollar cualquier actividad industrial. Este proyecto pretende, sin renunciar al máximo aprovechamiento permitido, configurar un volumen con un acceso principal de cierta representatividad corporativa. La fachada principal se construye en tres franjas horizontales, coincidentes con los niveles del interior. La planta baja se cierra con vidrio configurando un escaparate para la exposición de venta al público y una protección frente al vandalismo con una celosía metálica. La planta primera, de oficinas, se cierra con paneles de celulosa cemento y vidrio colado. En el nivel de cubierta se recurre al panel de celulosa y al vidrio para la instalación de un luminoso. El resto de los cerramientos se construyen con panel prefabricado de hormigón. Un lucernario ilumina la escalera interior haciendo de ésta un elemento singular del proyecto.